El toro de lidia es un toro criado y seleccionado por el hombre en los últimos tres siglos, con fines comerciales, destinado a espectáculos taurinos. Procede de las razas autóctonas españolas (el llamado «tronco ibérico»), que viven en la Península Ibérica desde tiempo inmemorial y que propició las formas más primitivas de tauromaquia. Algunos especialistas consideran que es el descendiente más directo del uro –el antepasado de todas las razas bovinas actuales–, ya que, además de su rusticidad y su vida salvaje, comparte con él numerosas características fenotípicas. Conserva sus instintos atávicos de defensa y los atributos físicos (astas grandes y hacia delante, potente aparato locomotor) que los bovinos del resto de Europa. Lo que distingue al toro de lidia es una mezcla de atributos físicos y temperamentales, que se sintetizan en la llamada bravura, por lo que también se le conoce como toro bravo.
Algunos expertos cuestionan que se trate de una raza de bovino diferente a la del toro y la vaca comunes.
Algunos expertos cuestionan que se trate de una raza de bovino diferente a la del toro y la vaca comunes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario